Sábado - 20.Abril.2024
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Mercedes-Benz Vaneo (W414): historia

Por Miguel Galán

El Mercedes W414 fue el primer intento de una marca “premium” de acercarse al éxito que estaban teniendo en la década de los 90 los monovolúmenes compactos de marcas “generalistas”. Estaba fabricado sobre la plataforma convenientemente alargada del Mercedes-Benz A W168 / V168 y alcanzaba una longitud total de 4’19m gracias entre otras cosas a que su batalla llegaba hasta los 2’90m. Sobre el papel podía convertirse en una alternativa elegante a los Renault Mègane Scénic, Citroën Xsara Picasso y/o Nissan Almera Tino pero en realidad se convirtió en uno de los fracasos comerciales más sonoros de la marca de la estrella…

Cuando fue oficialmente presentado lo primero que llamó la atención fue su estética más similar a la de una pequeña industrial que a un turismo. Tenía una anchura de 1’74m y su altura era de 1’83m por lo que en proporciones se refiere estaba más cerca de un Renault Kangoo que de un Renault Mègane Scénic. Esta altura permitía disponer de un amplio habitáculo y de una gran superficie acristalada, pero comprometía la estética del vehículo.

El frontal pretendía ser una alternativa seria a la clase A y de hecho las líneas maestras eran las mismas. De hecho todos los elementos principales como los grupos ópticos, parrilla o paragolpes tenían un diseño muy similar al del pequeño monovolumen. La vista lateral y (sobre todo) la parte trasera asemejaban al Merceces-Benz Vaneo a un industrial sobre todo si se sustituía el gran portón trasero por la doble puerta acristalada ofrecida como opción.

El interior destacaba por el uso de un salpicadero de diseño muy similar al del Merceces-Benz A (del que costaba encontrar las diferencias) y por ofrecer cabida a siete pasajeros repartidos en tres filas de asientos. Los usuarios de la tercera fila debían ser niños y no por falta de espacio sino por la propia homologación de los asientos que limitaba su carga útil.

El Mercedes-Benz Vaneo usaba la misma plataforma que el modelo W168 / V168; esto quiere decir que estaba realizado a partir de una plataforma de dos planos tipo Sandwich que se caracterizaba por disponer del bloque motor en posición transversal y muy inclinado hacia la parte delantera, por tener gran parte de los órganos mecánicos dentro de la estructura sándwich y por ofrecer un suelo de habitáculo totalmente plano.

En el momento de su lanzamiento se ofrecieron dos motores de gasolina y uno de gasóleo. La oferta de gasolina la formaba el bloque de 1.598cc con dos niveles de potencia (82 ó 102cv) y el motor de 1.898cc y 125cv. La única mecánica de gasóleo disponía de 1.689cc y también se ofertó con dos niveles de potencia (75 ó 90cv). Todos los modelos equipaban cambio manual de cinco velocidades aunque de forma opcional de podía solicitar un cambio automático de mismo número de relaciones e incluso un sistema de embrague pilotado que se activaba con sólo mover la palanca de cambio y que, según he leído, tenía un funcionamiento impecable.

A pesar de las cifras de potencia, el Mercedes-Vaneo era un coche lento y muy poco ágil. Baste decir que el modelo diésel de 75cv tenía una velocidad máxima de 150km/h y tardaba casi 20 segundos en alcanzar los 100km/h saliendo de parado (un Citroën AX 14D de 53cv era más ágil). Sólo el más potente 1.9 (125cv) ofrecía unas prestaciones dignas a este monovolumen poco amigo de las curvas y de la velocidad. Curiosamente la relación entre anchura y altura y la experiencia vivida con la prueba del alce con el Mercedes-Benz clase A hacían además que cualquier intento de alegría al volante fuera anulado por un control de estabilidad que la prensa del momento considero como excesivamente intrusivo.

En lo que respecta al equipamiento se ofrecieron tres niveles (Trend, Family y Ambiente). De serie en todos ellos era el doble airbag frontal, el control de estabilidad y los ya esperados elevalunas eléctricos, cierre centralizado, dirección asistida… pero en cualquier caso se mostraban muy austeros en dotación a pesar de que el Mercedes-Benz Vaneo tenía unas tarifas muy superiores a las de cualquier rival. En España se ofrecía con airbag lateral y aire acondicionado como elementos de serie (opcionales en otros mercados) y aún así era caro. El modelo básico Trend 82cv partía de 21.000€ (en pesetas); un Opel Zafira 1.8 costaba 20.180€ (también en pesetas) y le daba mil vueltas en prestaciones y en equipamiento sin que ello significase que el Opel era un producto de menor calidad que el Merceces-Benz Vaneo. Esto se debe a que la calidad del acabado interior del Vaneo no estaba a la altura de otros modelos de la marca (el pomo del cambio de “derretía” si al conductor sufría de hiperhidrosis (sudoración excesiva).

Cierto es que el este monovolumen, como “buen” Mercedes-Benz que era, disponía de una muy extensa lista de opcionales ofertados a precios nada interesantes. De hecho el modelo más caro de la época (Ambiente 1.9) costaba aproximadamente 30.000€ (en pesetas). Si se le equipaba con tapicería de cuero, navegador y cambio automático su tarifa subía hasta los 36.000€ (¡¡¡6.000.000 de pesetas!!!) algo difícil de justificar para un coche de su tamaño en el año 2001.

A diferencia de lo que ocurre con otros fracasos comerciales que consiguen unas cifras de ventas aceptables al inicio de su comercialización para luego desinflarse, este monovolumen de Mercedes-Benz fue un estrepitoso fracaso desde el primer día de comercialización. Las cifras del primer año fueron tímidamente interesantes debido en gran parte a las automatriculaciones de la red oficial de Mercedes-Benz, pero nunca gozo de una buena aceptación por parte del mercado. Esto permitió al fabricante no invertir en un producto del que ya se sabía que traería números rojos a la contabilidad de la empresa. De hecho, la única modificación que hubo respecto a su gama inicial fue la introducción en algunos países europeos de una versión con cierto carácter industrial (que tampoco tuvo éxito).

A finales del año 2004 se decidió el cese de la producción del Mercedes-Benz Vaneo y en la mayor parte de los mercados europeos se lanzó la serie especial Imagination ofertada con un pequeño descuento para vender tanto las últimas unidades fabricadas como aquellas que estaban en stock. A lo largo del año 2005 este monovolumen se fue retirando poco a poco de las listas de precios. En los cuatro años de aventura comercial se fabricaron unas 55.000 unidades, lo que equivale a menos de la mitad de las previsiones del fabricante.

En algunas publicaciones afirman que el sucesor del Mercedes-Benz W414 fue el modelo W245 (primer Mercedes-Benz clase B) pero yo no lo creo así. Cierto es que el Merceces-Benz clase B es un monovolumen compacto y que tanto por longitud como por anchura sí podría ser un sucesor del Vaneo, pero la primera clase B tenía 20cm menos de altura, nunca se ofreció con siete plazas y las cuatro puertas eran de apertura convencional (las traseras del Vaneo eran deslizantes). Quizás si se podría enlazar el proyecto W414 con el nuevo Merceces-Benz Citan que además de ser un derivado del Renault Kangoo tiene el nombre en clave de W415, “casualmente” el siguiente al que tenía el Merceces-Benz Vaneo. ¿Querrá la marca de la estrella decirnos algo?...

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