Jueves - 28.Marzo.2024
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Historia de la marca NACIONAL PESCARA

Empresa española fundada en Barcelona en 1929 por iniciativa de Raúl Pateras, marqués de Pescara, quien se ocupó de la financiación de la misma, pero encomendando el proyecto de los automóviles a su hermano Enrique. La empresa, inicialmente denominada Fábrica Nacional de Automóviles, S.A., fue alentada por el rey Alfonso XIII, especialmente interesado en toda actividad automovilística.

Una de sus primeras realizaciones fue un turismo, del que se construyeron un número reducido de ejemplares, con motor de 8 cilindros en línea y árbol de levas en cabeza, que desarrollaba 80 CV con una cilindrada de 2.800 ce. En general, la producción de la empresa se orientó hacia los modelos deportivos y de competición, destacando especialmente la realización siguiente, que llevaba, como el modelo anterior, motor de 8 cilindros, de 2.960 ce y 3 1, pero iba provisto de doble árbol de levas en cabeza y podía alcanzar una potencia de 100 CV a 4.800 rpm; el bastidor era muy bajo, la carrocería biplaza, y, en conjunto, el automóvil resultaba especialmente ligero, gracias a la utilización de la aleación electrón como principal material de construcción, incluso en el motor; la seguridad resultaba incrementada por la aplicación de frenos hidráulicos en las 4 ruedas.

Precisamente, el modelo de doble árbol de levas permitió alcanzar importantes triunfos deportivos: en 1930, victorias de su categoría en las carreras en cuesta de la Rabassada (Barcelona) y el Cristo (Bilbao); en 1931, el piloto chileno Juan Zanelli se adjudicó la victoria absoluta en la carrera en cuesta de Kesselberg, así como triunfos de su categoría en varias pruebas puntuables para el Campeonato Europeo de Montaña, que finalmente se adjudicó, además del de España.

También se construyó una versión monoplaza con motor sobrealimentado, que desarrollaba 180 CV. El coche se inscribió en los Grandes Premios de Monaco y Penya Rhin de 1932, pero resultó lento (en Monaco no tomó la salida).

El costo de la producción, el advenimiento de la República y el consiguiente exilio de Alfonso XIII (que supuso el final de créditos a este tipo de empresas) obligaron a finalizar las actividades de la fábrica en 1932. Entretanto, se había previsto la construcción de un gran modelo de 10 cilindros, de 4.100 ce, con una batalla de 3,35 m, pero dicha iniciativa no pasó de la fase de proyecto. El último Nacional Pescara, de 1932, fue un cabriolet con un motor de 16 cilindros en V, de 3.600 ce, con sobrealimentación Roots, que desarrollaba 150 CV a 4.000 rpm, pero que hubo de finalizarse en la fábrica suiza de locomotoras S.L.M., de Win-terthur, ya que el marqués de Pescara se trasladó allí, mientras los talleres de Barcelona eran desmantelados.

Sin embargo, los éxitos deportivos de los Nacional Pescara prosiguieron. En el año siguiente, Esteban Tort estableció un récord para la carrera en cuesta de la Rabassada (3 mn 42 s). Posteriormente, Zanelli se clasificó segundo absoluto (primero entre los coches de 3 1) en La Turbie, mientras que Samei-ro llegó en cuarto lugar en el Gran Premio Penya Rhin. En 1935, Zanelli triunfó entre los coches de 3 1 en Kesselberg y en Val de Cuech, y se clasificó tercero en La Turbie. A partir de entonces, los Nacional Pescara comenzaron a quedar superados. Sin embargo, aún en 1949 J. Ramírez logró el mejor tiempo en la Rabassada, como colofón a los numerosos éxitos que durante los años treinta logró la marca, a nivel nacional y europeo, sobre todo gracias al manejo de Zanelli.



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